• Un reciente estudio con participación del IMEDEA muestra una serie de  nuevas Relaciones Red-Área que se manifiestan en paralelo a la llamada  relación Especie-Área. 
  • El estudio indica que las interacciones tróficas pueden ser más vulnerables a  la pérdida de hábitat que la riqueza de especies, por lo que la destrucción  antropogénica del hábitat puede conllevar la simplificación de las  comunidades naturales.

Galiana y un equipo internacional de colaboradores, entre los que se incluye la  investigadora del IMEDEA Anna Traveset, informan, en un estudio publicado  recientemente en la prestigiosa revista Nature Ecology and Evolution, de una serie de  nuevas Relaciones Red-Área (NAR, de sus siglas en inglés Network-Area relationship)  que se manifiestan en paralelo a las llamadas Relaciones Especie-Área (SAR).  

Una de las preguntas más antiguas en ecología es cómo cambia el número de especies  a medida que aumenta el área. Esta relación (SAR) se ha utilizado históricamente para  comprender la escala espacial de la biodiversidad y los impactos potenciales de la  destrucción del hábitat en los ecosistemas. Sin embargo, las comunidades ecológicas  son más que colecciones desconectadas de especies. Las especies están integradas en  redes complejas de interacciones ecológicas donde las especies pueden representarse  como nodos y las interacciones entre ellas como enlaces. Por lo tanto, para caracterizar completamente la biodiversidad en su conjunto y predecir las respuestas de los  ecosistemas a las actividades humanas, es crucial comprender cómo cambia la  estructura de las redes de interacción ecológica con el área. 

En el estudio se han utilizado datos de 32 redes ecológicas de diferentes biomas, tipos  de interacción (huésped-parásito, planta-polinizador, planta-herbívoro y otras redes  tróficas) y dominios espaciales. Galiana y colaboradores muestran que la complejidad  de las redes empíricas generalmente aumenta con el área. Esto confirma una serie de  predicciones teóricas de un trabajo previo de Galiana y colaboradores  (https://doi.org/10.1038/s41559-018-0517-3), quienes desarrollaron un marco teórico  para comprender y predecir la variación de las propiedades de las redes ecológicas (por  ejemplo, conectividad, composición del nivel trófico, longitud de la cadena trófica) a  través de escalas espaciales. 

En su nuevo estudio, Galiana et al. muestran que las relaciones biodiversidad-área  pueden extenderse desde recuentos de especies hasta niveles más altos de complejidad  de la red. El aumento en el número de interacciones en las que participa cada especie  cuando aumenta el área indica que las interacciones tróficas pueden ser más  vulnerables a la pérdida de hábitat que la riqueza de especies. Por lo tanto, las  consecuencias de la destrucción antropogénica del hábitat pueden extenderse desde la  pérdida de especies hasta una mayor simplificación de las comunidades naturales, con  consecuencias adicionales para el funcionamiento de los ecosistemas.

Figura: Escalado espacial de la complejidad de la red, considerando distintas variables: La relación de especies (a,d), enlaces (b,e) y enlaces por especie (c,f) con el área, para las redes a escala regional (a–c) versus redes a escala biogeográfica (d-f)

Artículo: 

Galiana, N., Lurgi, M., Bastazini, V.A.G. et al. Ecological network complexity scales with area. Nat Ecol  Evol(2022). https://doi.org/10.1038/s41559-021-01644-4 

Contacto: 

Anna Traveset (atraveset@imedea.uib-csic.es

Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, IMEDEA (CSIC–UIB) 

C/ Miquel Marquès, 21, 07190 Esporles, Illes Balears, Spain 

Tel.: 971 611 031 / 667929611 

E-mail: comunicacio@imedea.uib-csic.es

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